El siguiente paso al artículo anterior es comprobar dos características que determinan la configuración de la televisión interactiva: El fin de la tiranía de la programación y adiós a la pasividad (Identificadas por Juan Varela en El futuro de la televisión -¡Viva CC!).
El fin de la tiranía de la programación
Los primeros pasos de la televisión interactiva modifican poco el concepto actual de programación. De todos modos, la ampliación de la oferta y
la implantación de los sistemas de grabación hacen que pierda la importancia que la programación televisiva (la barrera temporal) tiene actualmente. El espacio y el tiempo ya no son determinantes para ver contenidos audiovisuales.
El video bajo demanda y la convergencia entre dispositivos son las características que determinan el futuro inmediato de la televisión interconectada.
El fin de la pasividad
La nueva configuración de los medios dicen adiós al sofá y al mando a distancia. Ahora es posible participar activamente en el proceso de consumo del medio. La televisión se convierte en otro dispositivo de comunicación interpersonal a través de la interactividad con la pantalla. La televisión avanza por dos caminos paralelos: la televisión personal y la televisión comunitaria.
La diferencia está en el tamaño
La palabra más repetida en lo que llevamos de post es televisión, y puede que no sea la más adecuada. Todo se dirige hacia una convergencia total entre dispositivos de texto, audio y video. Todo está orientado a mezclar cualquiera de los tres formatos y de crear una programación a medida en la que es necesaria una constante actividad para que así sea.
La diferenciación entre dispositivos está cerca de llegar a su fin en un único medio multiformato que, dependiendo del tamaño y aplicación de su pantalla, recibirá un nombre u otro, pero en el que todos se podrá hacer exactamente lo mismo: dedicar tiempo (lo más valioso que tenemos) al consumo.