Sigo siendo un novato en esto del Buzzmarketing, la conversación, etc., y lo seguiré siendo durante muchos años. Quizá por eso tengo algunos pedales sobre los que patino constantemente, y me gustaría que si no estoy en lo cierto me corrijan al instante, que algunos de los que leen esto saben mucho sobre comunicación.
La discusión sobre la medición del Buzzmarketing que se generó a partir de la campaña de LG sigue expandiéndose por la blogosfera. Surgen cientos de iniciativas que buscan blogers que publiquen sus notas de prensa. Y se investiga a toda prisa en complejos métodos de medición de Buzz.
Es cierto que Internet brinda posibilidades que ayudan a calcular mejor el efecto de esta publicity, pero los principios que rigen el buzz que el resto de publicidad, lo que importa es la cantidad. Después de tantos años de televisión no sabemos que efecto tienen realmente los anuncios, en todo caso podemos calcular cuantas personas se suponen que sufrieron el impacto, y adivinar el target que recibe el mensaje.
En el caso del Buzz marketing la preocupación por medir los resultados de estas campañas, aunque sea solo por poner precio a estas acciones, es cada día mayor. Entiendo la preocupación de las empresas, procurar que se hable bien de sus productos o servicios, de localizar bien al target que se dirige. Pero en última instancia lo que se demanda es índice de exposición, utilizar la misma estrategia de saturación que en TV.
El cambio de medio tiene una ventaja, que el proceso de elaboración del mensaje es extremadamente completo, y un inconveniente, que el mensaje es libre, lo que aterroriza a las empresas.