Desde hace unos meses estoy muy interesado en todo lo referido al software libre. Me parece una gran iniciativa pero que presenta una serie de problemas comparables a la Anarquía.
El software libre, al contrario del Open Source, pretende la desaparición total del software propietario. Pretende que el mayor negocio del software fluya de la adaptación del software a las necesidades de la empresa en particular, aunque la venta de software libre no es nada extraño. Cierta razón tiene pero pienso… ¿Acaso las grandes empresas están dispuestas a invertir en proyectos de software que “chupan dinero” a más no poder para que cualquiera pueda adaptar ese software y revenderlo al precio que deseen? ¿Acaso alguna gran empresa invertiría en algo que una persona pueda comprar y revender a precio muchísimo menor y sin ningún tipo de restricción legal? ¿Acaso un desarrollador estará dispuesto a invertir cientos de horas de trabajo para crear una aplicación que no sabe si le reportará un beneficio real para vivir? ¿Acaso una sola persona tiene la capacidad de programación (en el sentido de planificación) cómo el de equipos de programadores de cientos de personas?
Este sistema está muy bien pensado para beneficiar al nivel medio del desarrollo (no creador) que generará grandes beneficios por esos retoques. Así no se estimula la creación de nuevo software.
El usuario final es el otro gran beneficiado a corto plazo, pues no debe gastarse miles de euros en licencias, pero si la creación de nuevo software muere… ¿Cómo se conseguirá abarcar las nuevas demandas de los clientes finales?
No sé, pero me parece mucho más interesante la convivencia entre software libre y propietario. Me parece mucho más interesante el software propietario con licencias de media apertura o de apertura limitada como ahora está utilizando Microsoft.